Los tonos rojizos de Marte son el resultado de la corrosión. Rocas cristalinas   en la superficie se han quebrado y oxidado. Era natural para los antiguos   relacionar el cuerpo rojo en el cielo nocturno, con el más temperamental de   los dioses. Los babilonios lo llamaban Nergal, dios de la guerra, con dominio   sobre la sangre, el fuego y el calor. Para los griegos era Ares, el dios de la   guerra, una engreída y arrogante deidad que era admirada por su   incuestionables bravura y su salvaje predilección por los conflictos   sangrientos. Acompañado por dos supuestos hijos, Fobos y Deimos (Miedo y   Pánico), él se presentaba en cualquier lugar donde hubiera matanza (las dos   lunas del planeta Marte llevaban los nombres de sus terribles hijos).   
   El dios romano Marte asumió muchas de la características y mitos de Ares, su   precursor, pero disfrutaba de una posición más reverenciada que la deidad   griega. Era el precursor de la agricultura y la guerra, y ocupaba el segundo   lugar en el panteón romano, justo después de Júpiter. Marzo, el primer mes del   antiguo año romano, llevaba ese nombre en su honor. En esta época, los   sacerdotes desfilaban en procesión al campo, cantando himnos y bailando danzas   ceremoniales. El ritual marcaba no sólo el inicio de la primavera y de año   agrícola, sino también del entrenamiento militar que normalmente se suspendía   en los meses de invierno. 
     Los impulsos humanos representados por el arquetipo Ares-Marte han sido los   más poderosos y determinantes de la historia. Se hacía evidente, claro, cada   vez que la armada iba a la batalla. Pero también Marte representaba el trabajo   en todas las actividades que requieren gran esfuerzo, coraje, vigor y   tenacidad, las características de un marcado individualismo, necesarias para   la excelencia atlética o el éxito en áreas como la exploración, la ingeniería,   lo proyectos en el extranjeros, la reforma social o aun en negocios y   enseñanza. Nuestro propio siglo ha sido guiado por el impulso marciano quizás   más que en muchas otras eras; hemos sido testigos de horrendas guerras, de la   construcción de imperio financieros y del trabajo de héroes en otros campos   como la medicina, los derechos humanos, las innovaciones tecnológicas y los   viajes espaciales. No sorprende que el planeta Marte en astrología represente,   por un lado, la cólera, la ambición, la soberbia, la ira y , sobre todo el   deseo de poder. Pero por el otro lado, brinda creatividad, fuerza de voluntad,   coraje y búsqueda de los conocimientos en vez del poder. 
     Marte rige el signo de Aries. Un individuo bajo la influencia de este planeta,   puede carecer de delicadeza y refinamiento en su trato con los demás, y puede   estar propenso a la excitabilidad, el nerviosismo, la impaciencia y la   agresividad. Pero esa persona nunca estará cansada o aburrida, no temerá   viajar ni cambiar el orden establecido. 
     Físicamente, Marte está asociado con los glóbulos rojos de la sangre, el   sistema muscular, las glándulas suprarrenales, el calor del cuerpo y los   órganos sexuales. A menudo también es considerado el responsable por los   excesos de velocidad y la agresividad al conducir. 
     El glifo de Marte, la cruz de la materia transformada en una flecha y colocada   sobre el círculo, representa la supremacía de la materia sobre el espíritu. Se   le considera como el símbolo masculino universal.
Fuente: Revista Conozca Su Horóscopo 1995